lunes, 24 de marzo de 2008

HUEVOS FABERGE, EL REGALO DE PASCUA DEL ZAR

En la Pascua ortodoxa, los dos últimos zares del extinto imperio ruso, Alejandro III y Nicolás II, regalaban unas piezas encargadas al joyero de la Corte, Peter Carl Fabergé, bautizadas como los Huevos Fabergé.

Hoy en día, son cotizadísimas obras de arte.

Hace cien años, el zar Nicolas II le regaló a su esposa, Alejandra Fedorovna, un huevo de Pascua de Fabergé llamado Palacio de Alejandro.

Hecha en jade, la exquisita joya portaba detalles en oro de diferentes tonos, 54 rubíes, 2 diamantes y 1.805 diamantes de talla rosa.

Fue creado en el taller en San Petersburgo bajo la dirección del finlandés Henrik Wigström, uno de los orfebres más relevantes del famoso joyero de la Corte del zar Nicolas II, Peter Carl Fabergé.

La joya, de 11 cm de alto, luce diamantes en las iniciales A.F. —en referencia a la esposa del zar— y la fecha del regalo, 1908, según precisan los investigadores Will Lowes y Christel McCanless en su obra 'Fabergé Eggs: A Retrospective Encyclopedia'.

El nombre alude a la sorpresa que alberga en su interior: una réplica en miniatura de oro del Palacio de Alejandro —la residencia favorita del zar— y sus jardines en Tsarskoye Selo.

La Familia real rusa residía en esta villa, emplazada a las afueras de San Petersburgo.

En la parte superior, se disponen los retratos en miniatura de los hijos del zar, Olga, Tatiana, Maria, Anastasia y Alexei.

Están pintados en acuarela sobre marfil, con tal detalle que parecen daguerrotipos. Las iniciales de sus nombres figuran en el exterior en monogramas de diamantes, mientras que en el interior del huevo se grabaron los nombres completos y las fechas de nacimiento.

La base sobre la que se coloca el Huevo Fabergé Palacio de Alejandro ha sido frabricada recientemente (en 1989), en un taller de joyería moscovita, ya que el prototipo original había desaparecido.

La Pascua, que es la festividad más importante del calendario ortodoxo, se celebra con el intercambio de huevos y tres besos.

En este caso, el regalo del Huevo Fabergé imperial es representativo de la opulencia de los Romanov y de la familia real rusa.

Este Huevo Fabergé que hace cien años regaló Nicolás II es toda una pieza de joyería y arte que costó al zar 12.300 rublos (333 euros al cambio actual).

En la actualidad, esta pieza podría alcanzar en una subasta cifras millonarias, pero no se encuentra a la venta y se exhibe en el prestigioso museo de la Armería, en el interior del Museo estatal del Kremlin (Moscú).

Si se pusiesen a la venta alguno de los Huevos Fabergé, los precios podrían batir récords, como el que protagonizó a finales de noviembre del año pasado el Huevo Fabergé que es un reloj de cuco de diamantes fabricado para la familia Rothschild que se vendió por 12,5 millones de euros en una subasta de Christie's de Londres.

Los 56 Huevos de Pascua Fabergé —que su creador ya pidió, al inicio de la I Guerra Mundial, que se reconociesen como piezas de arte— se dispersaron con la llegada al poder de los bolcheviques y el derrocamiento del imperio zarista.

En la actualidad, se calcula que 44 de ellos están localizados, de los cuales algunos los poseen la reina Isabel II de Inglaterra, el príncipe Rainiero de Mónaco y diversos museos estadounidenses, entre otros.

El Patrimonio ruso es el que más conserva, 19, tras la compra por parte del presidente del Grupo Renova, el ucraniano Víctor Feliksovich Vekselberg, de las nueve piezas que atesoraba la familia Forbes y que cedió al patrimonio ruso.

Fabergé, todo un símbolo de la Rusia de los zares, no volvió de forma oficial a Rusia hasta que, en 2001, el Museo del Kremlin organizó una exposición sobre la Pascua ortodoxa.

Hoy en día, las reproducciones de sus pequeñas joyas están en las tiendas de souvenirs y joyerías sobre todo de San Petersburgo.

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