La Confederación de Empresarios de Andalucía conmemora en Antequera la creación de su acta fundacional. Sus integrantes solicitan menos teoría y más pragmatismo para salir de la crisis
11 de febrero de 1979. Apenas una docena de empresarios dieron los primeros pasos. Hoy la cifra se eleva hasta las 150.000 compañías, 1.300 organizaciones empresariales y casi un centenar de oficinas distribuidas por todo el territorio andaluz. En cifras ésos son los datos que respaldan a la Confederación de Empresarios de Andalucía (CEA), entidad nacida hace ahora 30 años de la mano de personas emprendedoras y con visión de futuro, convencidas de las posibilidades de desarrollo de la Andalucía de entonces bajo el abanico de las entidades económicas.
Así nació la CEA, considera a fecha de hoy la organización empresarial más significativa de toda Andalucía. El punto de partida se fijó en la ciudad de Antequera, en el Palacio de Nájera del museo municipal. En aquel frío lugar, donde sólo una pequeña estufa dio abrigo a los visionarios de entonces, se aprobó el acta fundacional de la confederación y las directrices de sus estatutos. Un reglamento de funcionamiento que a pesar del paso del tiempo ha mantenido el mismo ideario, siempre adaptado a las necesidades de cada tiempo.
"De la nada nació un ambicioso proyecto que tuve el orgullo de vivir junto a muchos compañeros y también amigos, algunos ya desaparecidos por el inevitable paso del tiempo", resaltó un emocionado Santiago Herrero, actual presidente de la Confederación de Empresarios.
Sin embargo, el pasado 15 de Enero el tiempo pareció no haber pasado. El escenario fue otro, la sala José Antonio Muñoz Rojas de la biblioteca supramunicipal de San Zoilo. Pero los de esta cita y los descendientes de aquel histórico día también estuvieron presentes para ratificar, 30 años después, el acta fundacional que dio origen a la confederación.
Paradojas de la vida, muchas de las circunstancias de entonces se repiten. La coyuntura económica no era la más ideal en aquel momento, al igual que ocurre hoy, durante una crisis calificada por algunos analistas económicos como de las más duras de las dos últimas décadas.
"Afortunadamente el contexto político es muy diferente. En aquellos momentos estábamos inmersos en la definición de una preautonomía para la región, que no autonomía, y muchos fueron los obstáculos a los que nos tuvimos que enfrentar", continuó Herrero durante su discurso.
Voluntad.
La llamada que desde la CEA hicieron a las administraciones públicas fue más protagonismo para las empresas y un apoyo más decisivo para el tejido financiero. La misma petición que hoy solicitan a las administraciones de ahora. "La voluntad política es una cosa y la realidad otra muy diferente. El problema de hoy se llama liquidez, esa gasolina que falta en el circuito y que hay que restablecer cuanto antes para que el sistema pueda seguir funcionando. Para ello qué hace falta: más celeridad y pragmatismo y menos contenidos teóricos", enfatizó el presidente de la CEA, quien estuvo acompañado en la mesa presidencial del acto de conmemoración por el actual secretario general de la confederación, Antonio Carrillo; por Juan Miguel Salas, ex presidente de la Confederación de Empresarios de Sevilla y uno de los firmantes de la acta fundacional en 1979, y por el actual alcalde de Antequera, Ricardo Millán.
Recuerdos.
"No es momento para la nostalgia. La nostalgia significa recordar aquello que fue y la CEA esta hoy más viva que nunca", continúo Salas, quien resaltó la capacidad de la confederación para huir de localismos y provincialismos y mantenerse unida en un objetivo común: representar y defender al tejido empresarial.
En la consecución de ese objetivo fue muy importante el papel desempeñado por los tres ex presidentes de la CEA, hoy desaparecidos: Manuel Martín Almendro, Manuel Otero Luna y Rafael Álvarez Colunga. "Me siento heredero y continuador del trabajo de estos tres líderes. De los que se fueron y de los que nos quitaron bruscamente, me refiero a Rafael Padura, empresario asesinado por el GRAPO en 1984", resaltó Santiago Herrero.
Entre los retos del futuro está salir de la crisis con solvencia como se hizo entonces y capacidad de superación. Además, enfocar las dificultades con criterio de particularidad. "Para qué crear, por ejemplo, planes generales, cuando lo ideal es adaptarse a cada momento y contexto. Son algunas recomendaciones y esperamos que nos escuchen", dijo el presidente.
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