Si a Fidel Castro se le puede reconocer un mérito es que no deja indiferente a casi nadie. De él se han escrito páginas y páginas. Ahora es el momento de las anécdotas. En el libro 'Así es Fidel', presentado muy recientemente en La Habana, los encargados de contarlas son figuras internacionales y cubanas como el escritor colombiano Gabriel García Márquez, el filósofo francés Jean Paul Sartre o el político español Santiago Carrillo.
El presidente de la Casa de las Américas, de La Habana, el poeta Roberto Fernández Retamar, aseguró durante la presentación que el libro, obra del periodista cubano Luis Baez, ofrece "una visión poliédrica" de Fidel Castro, de 82 años, con testimonios de algunos casos inéditos.
"Dejó de fumar para tener la autoridad moral contra el tabaquismo", cuenta García Márquez en un apartado del libro, en el que refirió que el líder cubano prepara las recetas de cocina "con una especie de fervor científico".
"Su actitud ante la derrota, aún en los actos mínimos de la vida cotidiana, parece obedecer a una lógica privada: ni siquiera la admite, y no tiene un minuto de sosiego mientras no logra invertir los términos y convertirla en victoria", dice el Nobel colombiano.
Además, añade que es un lector "tan atento y minucioso que encuentra contradicciones y datos falsos donde uno menos se lo imagina".
"Antes de publicar 'Crónica de una muerte anunciada' le llevé los originales y él me señaló un error en las especificaciones del fusil de cacería", cuenta.
El ex secretario general del Partido Comunista de España, Santiago Carrillo, destaca la "memoria privilegiada" del líder cubano, al recordar que una noche conversó con él mientras Castro preparaba su intervención ante la ONU.
"No es que tomara notas; tenía sin duda una memoria privilegiada y en el curso de la noche se levantó varias veces y nos fue repitiendo lo que pensaba decir, párrafos enteros improvisados durante la conversación", cuenta Carrilo.
También, el ex presidente colombiano Andrés Pastrana contó que en la cena protocolaria de su viaje oficial a Cuba, en 1999, Castro le dijo: "No comas mucho en la cena oficial. Yo te preparo luego una langosta a la piedra con ketchup".
La actriz cubana Isabel Santos narró que en una ocasión pidió un beso a Fidel Castro y éste le contestó: "Bueno, pues serán tres".
Acto seguido el ex presidente le dio dos besos en las mejillas y "uno de piquito en los labios" antes de preguntarle: "¿Tu marido no es celoso?".
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