Abuelas, madres y nietas... La exposición 'Mariquita Pérez y sus amigas, 1939-1960' ha congregado en el madrileño Mercado Puerta de Toledo a tres generaciones en torno a las alrededor de 150 muñecas de la época, entre ellas la propia Mariquita, Anita Diminuta y Mari Pepa Mendoza.
La expectación de las visitantes ha llevado a la dueña de la colección, Consuelo Yubero, a abrir la sala una hora antes de lo previsto. "Ha venido muchísima gente. Ha estado lleno todo el rato; la mayoría son matrimonios, madres con hijas de 40 o 50 años y también muchos niños pequeños", ha explicado Yubero, que lleva 30 años coleccionando muñecas antiguas y ha conseguido recopilar todos los catálogos de la época para añadir a la colección.
"Han venido señoras de zonas muy dispares. Algunas me contaban que nunca tuvieron una Mariquita Pérez pero que la veían en los escaparates, y otras que la tuvieron me han contado cómo las conservan y que no se las quieren dejar a sus nietas", ha señalado Yubero.
En la muestra pueden verse más de 100 modelos diferentes de Mariquita Pérez, así como figuras de su hermano Juanín y de su mascota y centenares de accesorios, así como otras muñecas muy queridas por las niñas de los años 40-50.
También se exhiben las ilustraciones y literatura que rodeaban a estas muñecas, como los cuentos ilustrados por Jesús Blasco que acompañaban a Anita Diminuta o las postales que coleccionaban las niñas que tenían una muñeca Mari Pepa.
Yubero ha recordado que la mayoría de las familias españolas no se podían permitir el lujo de comprar una Mariquita Pérez, ya que su precio estaba entre las 85 y 100 pesetas de la época, mientras el salario medio no superaba las 10 pesetas diarias".
Ella misma reconoce que nunca tuvo una cuando era niña "porque vivía en una casa con cinco hermanos" y los Reyes Magos les traían juguetes para compartir entre todos, así que se dedicaba a admirarla desde la calle.
La historia de Mariquita Pérez se remonta al año 1940, cuando Leonor Coello de Portugal encargó la fabricación de las primeras muñecas en el taller de Bernabé Molina, en Onil (Alicante) y, pronto montó un gran negocio ya que los mil primeros modelos realizados en noviembre de 1940 se vendieron enseguida en Madrid.
Tras la fantástica acogida que tuvo la muñeca, Leonor Coello reconvirtió en franquicias de Mariquita Pérez las mejores jugueterías de Madrid, Barcelona, Bilbao y Santander, entre otros.
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