Se trataba de combatir por todos los medios a la dictadura franquista. ¿Por qué no desde una editorial? Así lo entendieron, en el París de 1961, cinco refugiados políticos españoles, encabezados por José Martínez. Y así nació el sello Ruedo Ibérico, después también revista y librería hasta 1980. En ella se lanzaron en castellano obras de hispanófilos (Jackson, Thomas, Gibson...), ensayistas y protagonistas de la Guerra Civil que no podían publicarse en el interior. Fueron casi 150 títulos. Ahora, de ese histórico catálogo, a razón de tres por año, la editorial Backlist repescará los volúmenes más emblemáticos, con nuevas introducciones, bibliografías y corrigiendo erratas donde sea necesario. La labor se ha iniciado con El eco de los pasos, las memorias del anarquista y exministro republicano Juan García Oliver.
"Es un convenio con Marianne Brull, editora y representante actual de Ruedo Ibérico: ellos nos ceden los títulos para unas nuevas ediciones con valor añadido", enmarca Daniel Cladera, director editorial de Backlist. Brull es la autora del prólogo del libro de Brenan, que tendrá nuevos mapas, bibliografía e índice onomástico. El historiador Bernat Muniesa es quien glosa a García Oliver.
Pero el tiempo no pasa en balde y más para un catálogo que nació muy marcado ideológicamente. "Hay textos o superados o muy escorados por su concepción en las esferas del anarcosindicalismo o el comunismo, pero junto a eso hay también impagables", afirma Cladera, que sólo avanza otro mito ya atado: Diario de la guerra de España, de Mijaíl Koltsov, uno de los mejores periodistas rusos en el conflicto y que quizá también fue oídos y ojos de Stalin hasta que lo detuvo en 1938 y lo fusiló cuatro años después.
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