miércoles, 3 de diciembre de 2008

"LA GUERRA DE LOS MUNDOS" CUMPLE 70 AÑOS



La emisión radiada por Orson Welles de la invasión marciana de Nueva York y Nueva Jersey, basada en La guerra de los mundos, de H. G. Wells, no pretendía más que ser un entretenimiento previo al Día de Halloween, hace ahora 70 años, aunque ayudó a hacer un nuevo periodismo y se convirtió en un modelo de estudio sobre cómo inducir a la histeria de masas.

La narración de Welles, ya un clásico de la radio estadounidense, era parte de la serie dramática Mercury Theatre on the Air, que emitía la cadena CBS y tenía una audiencia en torno a 1,7 millones de personas.

A través de la radio, un medio de comunicación que entonces tenía una penetración y un poder de convocatoria similar hoy al de internet, muchos estadounidenses tuvieron miedo porque creyeron que la Tierra realmente estaba siendo invadida por alienígenas. "La radio era mucho más de lo que hoy es internet. A los ojos del público, internet tiene la reputación de no ser fiable y de ser irresponsable. La radio, en cambio, era lo máximo en aquel entonces: oías voces reales y noticias reales", según el profesor Victor Navasky, fundador del diario The Nation y profesor en la Universidad de Columbia, en Nueva York.

Un estudio universitario posterior cifró en torno al millón de personas quienes creyeron que Marte atacaba la Tierra y numerosos periódicos indicaban los días posteriores que sólo unos pocos se lo tomaron en serio. Ese día mucha gente escuchaba otra emisión, The Chase and Sanborn Hour, en la cadena de la competencia, la NBC, que tenía una audiencia mucho mayor que el programa literario de Welles y del que eran protagonistas un popular ventrílocuo de la época, Edgar Bergen, y su marioneta Charlie McCarthy.

Navasky aseguró que en la emisión de Welles, probablemente "hubo alguna información incorrecta, pero hasta La guerra de los mundos nadie había hecho algo parecido, ni había tenido una repercusión internacional".

Aunque al principio de la emisión se advirtió de que era un programa de ficción, muchos no lo filtraron por el estilo trepidante, las interrupciones constantes dando boletines informativos, la falta de anuncios y la música en los sesenta minutos que duró.

Welles, prosiguió el profesor universitario, consiguió que mucha gente creyera algo que no era real y que tuvieran miedo en un período en el que los peligros eran grandes. "La radio era realidad: la gente confiaba en ella. Y tenía una especie de monopolio para gestionar la realidad, ya que no había televisión ni internet, así que quienes buscaban una manera de entretenerse y también de informarse encendían la radio", agregó.

Durante una hora, el relato ficticio de Welles con actores que haciendo de científicos y de periodistas relataban en directo cómo una nave marciana aterrizaba en Grover's Mill (Nueva Jersey) y comenzaba la invasión de Estados Unidos, siendo Nueva York su primera parada, anticipó también un nuevo estilo de hacer radio.

El guión, elaborado por Howard Koch, uno de los escritores habituales de la Casa Blanca de entonces, era una adaptación de la novela de ciencia ficción del mismo título de H.G. Wells (1866-1946), que este año cumple su 110º aniversario.

La emisión, sin anuncios, se interrumpía de forma pautada para dar a conocer a los oyentes las últimas novedades de la invasión marciana de la Tierra y la destrucción que los alienígenas iban causando a su paso.

Los numerosos estudios posteriores que de esa emisión se han hecho han llevado a elaborar desde teorías de la conspiración a afirmar que fue un experimento sociológico de la época. "Alguien va a hacer algo parecido un día u otro y en cierta manera hoy en día ya conocemos cosas parecidas", dijo Navasky, en referencia a los rumores de todo tipo que circulan por internet y que "muchos se creen. Eso sería un equivalente contemporáneo a La guerra de los mundos", recuerda el profesor, que apunta que cuando ocurrieron los ataques terroristas del 11-S "se despertaron muchos rumores y algunos aún se creen que fue planeado por los judíos... Las nuevas tecnologías deparan situaciones similares".

El polémico programa, que para Welles, que entonces tenía 23 años, fue su trampolín para Hollywood y para su posterior obra maestra "Ciudadano Kane" (1942), ha servido de base para muchas emisiones de radio, literatura popular y científica, páginas web, películas y estudios sociológicos sobre el comportamiento de las masas.

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