La investigadora Victoria Stapells Johnson vivió con gran sorpresa el anuncio de Odyssey Marine Exploration sobre el hallazgo del tesoro del «Black Swan», a pesar de que ella había facilitado la información que los cazatesoros emplearon para el presunto expolio.
Stapells había sido contratada por Odyssey para extraer de los archivos españoles cuanta información pudiese sobre el buque «Nuestra señora de las Mercedes», incluyendo datos muy relevantes sobre el hundimiento, extraídos de todos los centros documentales disponibles.
De ese modo debieron de calcular las coordenadas, atendiendo a los documentos presentados por España ante el juez de Tampa
En su declaración presentada al tribunal norteamericano, Victoria Stapells confiesa ser una investigadora y ciudadana española, residente en Sevilla desde 1976.
Experta en la materia para la que Odyssey la requería, afirma que desde hace 30 años estuvo envuelta en proyectos de investigación histórica sobre el periodo colonial español en el Nuevo Mundo.
«Muchos de estos encargos -afirma- incluían pecios».
Según Stapells, tuvo clientes diversos, tanto académicos como instituciones culturales, medios de comunicación y empresas comerciales.
Ése es precisamente el caso de Odyssey, compañía con la que mantuvo, según afirma, una «confortable relación profesional y de trabajo» hasta mayo de 2007, momento en el que se produjo el presunto expolio.
Fue contratada en 2005 para rescatar los datos de «La Mercedes».
Stapells confirma que efectuó una búsqueda extensiva en los más importantes archivos públicos estatales y de la Armada española.
En toda esa investigación el dato más relevante que halló es que se trataba, indudablemente, de un buque de Estado, en servicio militar -importante dato- cuando fue hundido el 5 de octubre de 1804.
Además, el meticuloso trabajo de la investigadora documentó y trazó para su cliente la importancia histórica que este buque -con énfasis en las vidas que se perdieron en su naufragio- para España, intensificada por el hecho de que la acción de guerra en la que cayó el barco provocaría la declaración de guerra contra Gran Bretaña, una confrontación que acabaría cambiando el dominio de los mares desde entonces.
La investigadora relata en su declaración, que se enteró por la prensa de España de que Odyssey había recuperado una inmensa cantidad de monedas -casi 600.000 en total, según la nueva documentación-, así como un gran número de restos de un pecio al oeste de Gibraltar que la empresa bautizó como «Black Swan».
Stapells añade, además, que basándose en los inacabables reportajes y noticias de la prensa, la radio y la televisión durante las semanas siguientes, se sintió preocupada de que Odyssey ocultaba la identidad del barco por motivos desconocidos.
Entonces, decidió informar a su antiguo cliente de que, como autora de la investigación, rechazaba en los términos más contundentes la forma de obrar de los cazatesoros. Como resultado, ella y su equipo de investigadores decidieron terminar su relación con Odyssey Marine Exploration.
Cabe recordar que el trabajo de Stapells fue una de las primeras pistas investigadas por la Guardia Civil tras la noticia del presunto expolio y que el fruto de esa investigación forma parte del sumario penal que se sigue en un juzgado de La Línea de la Concepción.
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