jueves, 11 de septiembre de 2008

LA ASOCIACION HISTORICO CULTURAL TORRIJOS 1831 CONTINUA SUS TRABAJOS CON LAS ACTIVIDADES DEL MUNICIPIO MALAGUEÑO DE CAÑETE LA REAL



En la Edad Antigua recibió el título de municipio del emperador Vespasiano y, como agradecimiento al mismo, sus habitantes levantaron en su memoria estatuas y acuñaron monedas con su efigie.

También, en su honor, le dieron a la villa el nombre de Flavia Sabora.

Por su parte, los visigodos fomentaron la actividad comercial y agrícola de la villa, concediéndole el rey Witiza al municipio la dignidad de Real.

Pero fue en el periodo de dominación árabe, cuando cambió por primera vez su denominación, pasando a llamarse Hisn Cannit, que significa castillo de Cannit, por el carisma de la extraordinaria fortaleza que se eleva por encima de la población.

Cuando el rey Alfonso XI conquistó la villa en 1330, ratificó el título de Real. De la unión de Cannit y el título de Real, derivó su actual denominación de Cañete la Real.

La población está situada en la falda de la Serranía, a 742 metros sobre el nivel del mar, distando de Málaga 102 kilómetros.

El principal río del municipio es el Guadalteba.

El día 10 de febrero de 1810, Ronda fue ocupada por los franceses del 2º Regimiento de húsares al mando del coronel Vinot, que fue nombrado gobernador de la plaza.

Por esa fecha, los generales Echevarri y Palafox intentaban ya reunir las fuerzas suficientes para reconquistar la capital de la Serranía.

Se recuperaron parte de las tropas del derrotado Aréizaga, Cortes de la Frontera envió la necesaria munición y D. Diego Leonardo propuso la insurrección general de los pueblos de la Serranía.

Por esas fechas también llegó a la zona uno de los hombres más decisivos en aquel levantamiento, don Francisco González Peinado.

Natural de Jaén, había iniciado su vida en el ejército de simple soldado, interviniendo en las campañas de Francia y Portugal.

En 1808 era teniente destinado en Pamplona, de donde se trasladó a Zaragoza, siendo ascendido al empleo de capitán con mando en el Tercio de Sos, por el general Palafox.

Ascendido a comandante, su unidad fue deshecha por los franceses.

Participó en el segundo sitio de Zaragoza y, ya con el empleo de coronel, defendió heroicamente el acueducto de San José, donde cayó herido.

Posteriormente fue hecho prisionero al conquistar los franceses la ciudad, pero logró evadirse y presentarse ante el marqués de la Romana, siendo ascendido a brigadier.

A propuesta del general Jacome se dirigió a la Serranía con la orden de levantar la insurrección, y lo consiguió. El 12 de marzo Ronda fue tomada a los franceses.

Con el fin de encontrar y batir al enemigo en la huida, el brigadier González Peinado se dirigió a Cañete la Real con sus fuerzas, para tomarlo, mandando el día 15 de marzo a vanguardia, al capitán del Regimiento Montesa, Lázaro Sierra y al teniente de infantería, Francisco Ponce, situándose ambos en posiciones ventajosas para atacar a la mañana siguiente, Cañete.

Al amanecer, españoles y franceses trabaron combate, consiguiendo arrollar los primeros a los segundos, a los que persiguieron hasta la llamada Venta de Teba.

Cuando llegó González Peinado, reunió en Cañete la Real un total de dos mil quinientos hombres entre tropas regulares y paisanaje.

Desde allí mandó sucesivos ataques a los franceses que se habían fortificado en la Venta, logrando entrar en Teba con una sola baja.

El día 18, el brigadier recibió en Cañete la munición de la que tan necesitada estaba su tropa, poniéndose en movimiento para atacar a los imperiales en Campillo.

Con el apoyo del Ayuntamiento, la Asociación Torrijos 1831 llevó a cabo el pasado 17 agosto en la plaza principal de Cañete la Real, un homenaje a las tropas del brigadier González Peinado, al que Jesús Rivera dio vida con una excelente interpretación.

Un grupo del colectivo recreó a los guerrilleros de la Serranía que se batieron con los franceses entre 1810 y 1812.

También estuvieron formados los Suizos de Teodoro Reding, recreación de la Asociación Torrijos 1831 muy estimada en la provincia de Málaga, que tantas muestras de cariño está despertando en sus actuaciones en directo y en los medios, en los dos últimos años.

Los suizos realizaron una salva de honor a las tropas que liberaron Cañete el 16 de marzo de 1810.

Manejada por sus sirvientes, la pieza de artillería de ocho libras, obra singular tanto en su concepción como completo acabado (madera y metal) realizada por componentes de Torrijos 1831, efectuó varias descargas; mientras las mujeres de la Asociación, vestidas a la usanza de la época, portaron durante el acto varias banderas entregadas al colectivos por diversas instituciones y entidades.

La recreación fue aplaudida y sentida por los vecinos, que presenciaron la recreación con un respeto y atención dignos de elogiar, entregando al término de la misma el concejal de Cultura y la concejala de Fiestas de la localidad un bonito presente a la Asociación, recuerdo de Cañete la Real, tras mostrar su agradecimiento institucional al colectivo.

Cañete está haciendo un extraordinario esfuerzo por recuperar su historia, en unas fiestas que para muchos quedarán, merecidamente, en el recuerdo.

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