La Guardia Civil sospecha que la compañía norteamericana Odyssey esconde en un almacén de Gibraltar diversas piezas arqueológicas expoliadas en aguas internacionales o del litoral español y que podrían pertenecer al tesoro de 500.000 monedas de oro y plata, descubierto en 2007, que reclama España.
Así lo han indicado fuentes próximas al caso, que trabajan con la hipótesis de que la empresa de exploración submarina estadounidense guarde en una nave de la zona portuaria de Gibraltar bienes arqueológicos submarinos, que se sumarían a los que se llevó a Estados Unidos el año pasado.
Los investigadores sospechan que esas piezas pueden formar también parte del tesoro del que Odyssey dio cuenta en mayo de 2007 y que según las autoridades españolas procede de la fragata "Nuestra Señora de las Mercedes", de la Armada Española, que fue hundida en octubre de 1804.
En concreto, según argumenta España, la fragata se hundió tras un combate naval que libró una escuadrilla española con una flota inglesa frente a la costa portuguesa del Algarve, y sus restos deben de estar en el mismo entorno que el tesoro.
No obstante, las fuentes consultadas tampoco descartan que estos bienes arqueológicos, que no habrían salido de Gibraltar, pudieran pertenecer a "otro expolio" distinto al del conocido "tesoro", pero que se habría producido en una zona próxima a éste.
Unos bienes a los que el juzgado de La Línea de la Concepción (Cádiz) que investiga un presunto delito de expolio arqueológico por parte de la empresa norteamericana seguiría la pista, y que podrían ser inspeccionados si se recibe la autorización de las autoridades gibraltareñas.
En ese momento se podrá constatar definitivamente su procedencia y, en definitiva, su propiedad.
El Gobierno español defiende la propiedad del tesoro arqueológico submarino de medio millón de monedas de oro y plata, después de que la empresa, con sede en Tampa (Florida), anunciara el hallazgo en un pecio de época medieval y se negara a revelar la nacionalidad y localización exacta del buque en el que se encontró.
Fue el 18 de mayo de 2007 cuando Oddyssey informó de que había trasladado en contenedores a Estados Unidos un cargamento con el tesoro, valorado en 373 millones de euros.
El Ministerio de Cultura alertó a la Guardia Civil, que abrió una investigación, y la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de La Línea dictó una orden de apresamiento de los dos buques de Odyssey atracados en Gibraltar, el "Odyssey Explorer" y el "Ocean Alert".
La Guardia Civil los condujo hasta el puerto de Algeciras, donde procedió a su registro.
Las autoridades españolas tratan de recuperar el tesoro en los tribunales de Estados Unidos y tienen hasta el próximo 22 de septiembre para presentar pruebas y documentación relevante.
Tendrán que justificar que "Nuestra Señora de La Mercedes" es un barco de Estado, que pertenecía a la Armada Española y goza de inmunidad soberana.
Después de presentar la documentación para acreditar estos extremos, la llamada "empresa caza-tesoros" tendrá un plazo de 60 días para contestar a la reclamación del Gobierno español.
Entre las piezas del tesoro figuran reales, escudos de plata y de oro, todos ellos de la época de Carlos IV y acuñados en Lima, lo que podría dar lugar a una reclamación de Perú.
La empresa Odyssey fundamenta sus derechos sobre el pecio en que el tribunal federal de Tampa competente en jurisdicción marina le ha concedido el estatus de descubridor y depositario de los yacimientos recuperados.
La justicia española sospecha de la actividad de la compañía Odyssey en aguas españolas desde 2006, año en que otro Juzgado de La Línea, el número 3, abrió diligencias por presuntos delitos de desobediencia y contra el patrimonio histórico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario