Varios meses después de que la revista digital malagueña, www.revistaelobservador.com, informara sobre el expolio y los daños que están causando los soldados de la misión especial de Naciones Unidas en el Sáhara Occidental (Minurso), la citada publicación ha conseguido nuevas imágenes que confirman que los destrozos se siguen produciendo con total impunidad.
Algunas de las imágenes que se ven en la web de la citada fuente han sido cedidas por Sven Oehm, que forma parte del equipo del arqueólogo alemán Stefan Kröpelin.
Tomadas en el yacimiento de Leshouat, a 800 kilómetros de la ciudad de Tifariti, las fotografías son una evidencia de la falta de respeto por el patrimonio cultural saharaui que muestran precisamente algunos miembros de una misión internacional cuyo cometido es salvaguardar la seguridad de los saharauis.
“Capt. Isaac M. was here. August 12 2007. Esa”; esta leyenda escrita con un spray azul -el color de los soldados de la ONU- sobre un talud en el que hay pinturas rupestres de hace miles de años habla por sí sola.
Otra imagen en la que se puede leer “Petar Cro Army” tampoco necesita explicación.
Las pintadas realizadas recientemente tienen un tamaño de entre dos y cuatro metros y están situadas en la denominada ‘Cueva del Diablo’.
Kröpelin, que cuenta con 30 años de experiencia en la región, recomienda que se adopten con urgencia unas mínimas medidas de protección tales como la señalización de los yacimientos en la que se muestren instrucciones para su conservación.
En dicho emplazamiento se conservan en sus paredes centenares de relieves y pinturas prehistóricas que han sido estudiadas en profundidad por los arqueólogos de la Universitat de Girona.
En Erqueyez, muy cerca de la ciudad de Tifariti, donde también se localizan importantes yacimientos prehistóricos, la situación es la misma que en Leshouat: latas de cerveza Heineken en uno de los abrigos con pinturas rupestres -únicamente los soldados de la ONU tienen acceso a este tipo de bebida-, grafitos con los nombres de los países que forman la misión de la Minurso, expolios.
La arqueóloga granadina Teresa Muñiz, que ha trabajado en la zona, asegura que uno de los propios cascos azules le reconoció personalmente estos robos y destrozos en el año 2002.
La mencionada revista ha tratado de obtener respuesta, sin éxito, tanto en Naciones Unidas como en la misión de la Minurso sobre esta situación.
De momento, las siguientes preguntas, siguen sin respuesta: ”¿Se van a tomar medidas para evitar que esta situación continúe produciéndose? ¿De qué tipo? ¿Se ha realizado algún inventario de los daños causados en los yacimientos? ¿Se han dado situaciones similares en otras misiones de la ONU? ¿Merecen estos ataques contra el patrimonio del pueblo saharaui una valoración por parte de la ONU? ¿Quién es el responsable que se hará cargo de esta situación? ¿Se van a compensar o arreglar los daños causados en los yacimientos?”.
LA Minurso es la misión de Naciones Unidas para el referéndum del Sáhara Occidental que se desplazó a la zona en 1991 a raíz del alto el fuego entre Marruecos y el Frente Polisario.
Un grupo de soldados que se desplaza al territorio del Sáhara para conformar el censo electoral y a partir de ahí la celebración del referéndum.
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