Desde hace al menos medio siglo, han sido varias las oleadas en las que los andaluces nos preguntamos por las funciones y responsabilidades de nuestras elites económicas y políticas. Primero fueron aquellas preguntas sobre la naturaleza de la “revolución burguesa” en Andalucía; más tarde, en los años de la transición, sobre si nuestra burguesía había contribuido o “traicionado” las apetencias de desarrollo de la región.
Hoy en día, cuando los indicadores económicos urgen a reflexionar sobre un nuevo modelo de desarrollo económico para Andalucía, resulta más necesario que nunca aportar nuevos datos a este debate inconcluso. Para ello, la revista Andalucía en la Historia, editada por el Centro de Estudios Andaluces, ha contado con la colaboración de algunos de los mejores especialistas en esta materia. Coordinado por el profesor de la Universidad de Sevilla, Carlos Arenas Posadas, el dosier titulado “señores y señoritos” reúne diversos estudios sobre empresarios, rentistas, patronales y caciques en distintas provincias.
Lo cierto es que Andalucía pasó, entre los siglos XIX y XX, de la época de los señores –cimentada en los grandes mayorazgos- a la de los señoritos, en la que se gestó una nueva forma de hacer negocios urdida sobre tres pilares: el establecimiento de redes clientelares, el control de los órganos de representación política –ayuntamientos, diputaciones y congreso- y la articulación de una política matrimonial endogámica. Así lo demuestran los artículos de Francisco Cobo Romero (Universidad de Granada), sobre la fusión de política y negocios en la localidad jiennense de Alcalá la Real; de María Sierra (Universidad de Sevilla), acerca de la innovadora saga empresarial de los Ybarra; de María Antonia Peña (Universidad de Huelva), que tiene al cacique onubense Manuel de Burgos y Mazo como protagonista; de Antonio Parejo (Universidad de Málaga) relativo a la oligarquía malagueña formada por las familias Larios, Loring y Heredia y, por último, el de Antonio Florencio Puntas (Universidad de Sevilla) sobre la preeminencia de la burguesía agraria en Sevilla.
Como no podía ser de otra manera, Andalucía en la Historia, que ya está a la venta en los quioscos, aprovecha la celebración del centenario del nacimiento de Antonio Domínguez Ortiz, maestro de historiadores, para rendirle homenaje. El historiador sevillano que renovó la historia moderna de España sin aspavientos, huyendo de la confrontación, buceando en los archivos y situando cada hecho en su contexto, es recordado por Manuel Peña Díaz y Manuel Moreno Alonso - quienes retratan su condición humana-, Antonio Herrera García, que repasa su pasión por la historia de Andalucía y de Sevilla, Antonio Luis Cortés Peña, que analizan su contribución al estudio de los moriscos, y Ricardo García Cárcel, que pone al día sus innovadores estudios sobre los conversos y la Inquisición. Por último, la revista publica un extracto de una entrevista con el maestro realizada por Manuel Moreno Alonso en la que Domínguez Ortiz da cuenta de los libros fundamentales de la historiografía.
En su sección de artículos el número 26 de Andalucía en la Historia recoge cinco colaboraciones.
La primera, firmada por David Florido, ofrece un análisis de las almadrabas, un arte pesquero admirado por muchos fundamental para entender el poblamiento y la historia de las costas andaluzas.
En la segunda, Marcos Fernández, del Archivo Municipal de Sevilla, relata los avatares de una embajada japonesa que arribó a Andalucía a principios del siglo XVII y que supuso uno de los primeros contactos diplomáticos entre oriente y occidente.
En tercer lugar, la revista, de la mano del escritor Juan Eslava Galán, narra las leyendas y las verdades urdidas en torno a la reliquia del Santo Rostro de Jaén.
El cuarto artículo, firmado por la antropóloga Rosa Martínez Moreno, rastra los orígenes del traje de flamenca, el único atuendo regional que evoluciona con el paso del tiempo.
El quinto texto, escrito por Mariano Boza y Miguel Ángel Sánchez Herrador, analiza los motivos por los que soldados de ambos bandos de la Guerra Civil española purgaron bibliotecas, destruyeron archivos y quemaron miles de libros.
En sus secciones fijas, el nuevo número de Andalucía en la Historia recoge la biografía del tenor y compositor de ópera Manuel García, escrita por Andrés Moreno Mengíbar; el periplo andaluz y su paso por los calabozos inquisitoriales del viajero William Lithgow, rememorado por Javier González-Cotta; un recorrido por los balnearios históricos de Málaga, recomendado por María Pepa Lara García; un repaso por la geografía de los castillos medievales de Jaén, dibujado por Vicente Salvatierra Cuenca y un análisis del índice de libros prohibidos de Valdés que entró en vigor hace ahora 500 años como recuerda el director de Andalucía en la Historia, Manuel Peña Díaz.
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