Porsche y Volkswagen llevan 75 años de convivencia. Desde que el Gobierno alemán le encargó, en 1934, a Ferdinand Porsche el desarrollo del “Coche del Pueblo”, la vida de ambas compañías siempre ha estado relacionada de una u otra forma. Ahora, tras el intento de compra de Volkkswagen por parte de Porsche el pasado año, nuevamente es Volkswagen la que lidera esta relación.
Porsche y Volkswagen, dos de las grandes empresas alemanas del mundo del motor, han vivido una situación extraña los últimos años. Wendelin Wiedecking, el presidente de Porsche durante más de 20 años, decidió el pasado año pasar a dominar el consorcio Volkswagen.
La operación, arriesgada, terminó saliendo mal y ahora es nuevamente Volkswagen la que se está haciendo con el control de la marca fabricante de deportivos. Finalmente, el pez grande se comerá al chico.
De aquí a final de año Volkswagen quiere comprar un paquete accionarial de un 40% de la compañía de Stuttgart y lo previsto es que en 2011 la legendaria marca Porsche se convierta en una marca más del consorcio de Wolfsburg que ya incluye, entre otras, Bentley, Bugatti y Lamborghini. Sería, por ello, la décima marca de Volkswagen.
Sin embargo, esta integración en el consorcio Volkswagen no va a significar una pérdida de identidad por parte de la marca fabricante de vehículos deportivos, que según ha anunciado un portavoz del grupo Volkswagen seguirá haciendo sus vehículos con total independencia.
Empresas hermanadas
La historia común entre Volkswagen y Porsche comenzó hace 75 años. Fue el 22 de junio de 1934 cuando cambió la historia de toda la industria del automóvil. En esa fecha, la empresa de Ferdinand Porsche recibió el visto bueno de la Asociación de la Industria del Automóvil del Reich alemán para construir y ensamblar el Volkswagen, “el coche del pueblo”.
En aquellos tiempos económicos difíciles los constructores de automóviles habían tenido de nuevo la idea de hacer un vehículo barato para la gran mayoría de la población. Uno de ellos fue Ferdinand Porsche, quien en el transcurso de su carrera había realizado no menos de siete coches pequeños y compactos para varios fabricantes.
Como resultado último de estos proyectos desarrolló el concepto Volkswagen en 1933, y presentó el modelo al ministro de Transportes del Reich, el 17 de enero de 1934, como “Estudio para la Producción de un Coche del Pueblo Alemán”.
Al final del día los líderes políticos regresaron convencidos del concepto que Porsche y sus constructores habían planteado. Así, cinco meses después de someterlo a estudio, la empresa de Porsche recibió el pedido para desarrollar el vehículo por iniciativa del Gobierno del Reich. Y, mientras que el acuerdo original era fabricar únicamente un prototipo del Volkswagen, la RDA incrementó el pedido el 7 de diciembre de 1934 para ensamblar tres coches en el garaje de la residencia privada de Ferdinand Porsche.
El primer prototipo Volkswagen, el V1 estuvo listo casi un año después de aquella presentación oficial y Ferdinand Porsche lo expuso ante una Comisión Técnica de la RDA el 3 de julio de 1935. El segundo coche de pruebas, un descapotable con el nombre de código V2, se terminó el 22 de diciembre de 1935.
Después de la construcción de tercer prototipo con el nombre de código V3, que comenzó en febrero de 1936, aumentó la resistencia al proyecto inicial en la RDA. La razón era su excesiva simpleza porque, con un bastidor de tubo central, la suspensión por barras de torsión inventada por Porsche y la refrigeración por aire del motor trasero bóxer de cuatro cilindros, el Volkswagen no parecía un competidor serio para los modelos existentes. Sin embargo, una nueva serie de 30 prototipos (VW30) fue realizada en 1937 por la entonces Daimler-Benz AG y probada en un recorrido maratoniano de 2,4 millones de kilómetros de test.
Contrario a la idea inicial de construir el Volkswagen mediante una joint venture de fabricantes de automóviles alemanes, el Gobierno del Reich decidió, el 4 de julio de 1936, levantar una planta independiente para el nuevo modelo, la Volkswagenwerk. Y la “Compañía para la Fabricación del Volkswagen Alemán Ltd” se estableció el 28 de mayo de 1937.
Como uno de los tres directores generales de la compañía, Ferdinand Porsche recibió el encargo oficial para el desarrollo técnico y la planificación de la futura planta de producción, que inició sus trabajos de construcción en mayo de 1938 en la pequeña ciudad de Fallersleben, ahora denominada Wolfsburgo.
Para la segunda mitad de 1938 los prototipos, que ya habían alcanzado el nivel VW38, lograron un estándar en el proceso de desarrollo que apenas se diferenciaba del que iba a ser el modelo de producción. Ahora, los potenciales compradores sólo tendrían que ahorrar cinco marcos alemanes a la semana para el Volkswagen, que entretanto había sido rebautizado como “KdFWagen”.
21,5 millones de unidades
Con un precio extremadamente bajo, de 990 marcos, el Volkswagen se convirtió realmente en el coche para todo el mundo, al alcance del comprador medio. Pero, debido a la Guerra Mundial, ninguno de los aproximadamente 340.000 inversores lograron ahorrar lo que se propusieron y no se entregó ni un solo Volkswagen a un cliente privado.
A partir de 1939 Porsche desarrolló otras variantes del Volkswagen en paralelo al “KdF-Wagen”, destinadas al uso militar. De esta manera, al final de la Segunda Guerra Mundial se habían construido más de 60.000 vehículos, entre los Kübelwagen similares a un jeep, los anfibios Schwimmwagen y los poderosos Kommandeurwagen (el coche de comando), algunos de ellos equipados con tracción total.
Otro modelo basado en el Volkswagen fue el Type 64 Berlín-Roma, construido en 1939. Esta versión de competición del Volkswagen se desarrolló para la carrera de resistencia Berlín-Roma, prevista para septiembre de 1939, y está reconocida por los historiadores del automóvil como el bisabuelo de los Porsche de competición actuales. Con su aerodinámica carrocería de aluminio y el motor bóxer VW potenciado, el coche Berlín-Roma alcanzaba una velocidad máxima de 145 km/h.
La producción regular del Volkswagen civil comenzó en Wolfsburgo en el verano de 1945 y recibió el apodo de “VW Käfer” o “VW Beetle” (Escarabajo). El Volkswagen se hizo popular en todo el mundo, como ningún otro modelo lo fue antes ni después.
El VW Escarabajo también estableció un récord en términos de volumen y ciclo de vida, ya que se fabricó, de manera ininterrumpida, hasta julio de 2003 en una factoría de México. Con 21.500.000 unidades fabricadas, el Escarabajo es uno de los vehículos de mayor producción de la historia de la automoción.
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