Tenían 5.000 años de antigüedad y otros 30 de expolio. La Guardia Civil ha recuperado cuatro piezas pertenecientes al conjunto arqueológico del Dolmen de la Fuente de la Corcha en Beas (Huelva), que tienen cinco milenios. Se trata de tres ortostatos, nombre que reciben cada una de las piedras con las que se construye un dolmen (tienen unos dos metros de altura), y una estela-menhir, una piedra similar al ortostato pero con grabados.
Este menhir presenta una morfología antropomórfica y sólo hay dos casos documentados más en la provincia, por lo que es un vestigio excepcional. Las otras tres piezas están elaboradas, según los estudios arqueológicos de la Guardia Civil, "sobre rocas volcánicas y grauvacas, no presentes en el medio geológico inmediato. Presentan huellas de laboreo y grabados de arte megalítico del sur de la península Ibérica".
Los restos fueron expoliados hace más de 30 años y permanecían en una parcela privada en Beas. Fue un arqueólogo el que informó a la Guardia Civil de la situación de desprotección en la que se hallaban las piezas.
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