sábado, 6 de diciembre de 2008
BEATRIZ BECERRA DEBUTA EN LA NOVELA HISTORICA CON UN VIAJE AL SIGLO I
Es el único personaje citado en la Biblia del que se han encontrado -y verificado- sus restos físicos. ¿Sabe el nombre? ¿No? Tampoco se apure, suele pasar. Se trata de Yehosef bar Qafa, más conocido como José de Caifás, el sumo sacerdote durante el mandato de Poncio Pilatos en Judea... La historia empieza a sonar. Pero se trata de una versión parcial, sesgada, que Beatriz Becerra ha querido recuperar en 'Las criadas de Caifás' (El andén), obra con la que debuta en la narrativa de ficción.
Becerra (Madrid, 1966) aclara que el sacerdote saduceo no es el protagonista de su novela. Primero, porque define su relato como «una historia coral»; y segundo, porque ese papel principal le correspondería, en todo caso, a la joven Miriam. «Es una de las sirvientas de José de Caifás, la que permitía el acceso al patio donde se estaba juzgando a Jesús, la que puso en evidencia a Pedro cuando le dijo que él conocía a Jesucristo», detalla la escritora, que ayer acudió a la ciudad para promocionar su libro.
La escritora defiende que 'Las criadas de Caifás' quiere acercar al lector «cómo era la vida en Galilea en los primeros años de nuestra era, cuando surge el cristianismo». Para ello, Becerra ha dedicado más de cinco años a una intensa labor de estudio y documentación, con idea de ofrecer «un retrato psicológico de los personajes conocidos de la época, así como una mirada sobre la realidad cotidiana de las personas de a pie como Miriam».
Al hilo de una noticia
La criada del sumo sacerdote sirve a Becerra de hilo conductor en una historia que empezó a cuajarse en la mente de la autora hace casi dos décadas. «En 1990 descubrieron los restos de un hombre, que aparecieron junto a los de una mujer, un adolescente y dos niños. Se supo que eran los huesos de José de Caifás, los únicos encontrados de un personaje que aparece mencionado en la Biblia. Me sorprendió que la noticia pasara casi inadvertida, que al poco tiempo se hubiera olvidado y empecé a darle vueltas a la idea de escribir un libro», recuerda Becerra.
Al principio, la autora pensó en situar la trama en la época actual. Sin embargo, conforme iba investigando más sobre la vida y las costumbres del siglo I de nuestra era se fue decantando por trasladar allí el escenario de su ópera prima como novelista.
Becerra rememora la fascinación que empezó a sentir por el personaje de José de Caifás. «En una época tan turbulenta como aquella, él se mantuvo como sumo sacerdote durante 18 años. Lo que nos han llegado son caricaturas que lo presentan como un personaje oscuro y siniestro, algo que no obedece a la verdad, o al menos que no la presenta en su totalidad», apostilla la novelista.
Historia sobre el destino
Pese a esto, Becerra intenta desmarcarse de la etiqueta de 'novela histórica' que se le podría colocar a 'Las criadas de Caifás'. «Se trata de una historia sobre el destino, sobre la fragilidad de las convicciones y los sentimientos universales en cualquier ser humano», prosigue.
Así, Becerra reivindica que su obra pretende «emocionar» al lector. «Es una novela escrita desde la sinceridad y el respeto a los lectores, elaborada con mucho cuidado y espero que ese empeño se perciba a lo largo de su lectura», concluye la escritora madrileña, inmersa en la promoción de su primera obra narrativa.
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