El ex secretario general del PCE, Santiago Carrillo, ha señalado que hizo todo lo que era posible para evitar la tragedia de Paracuellos como consejero de Orden Público de la junta que asumió la defensa de Madrid en 1936.
Así lo ha indicado en un texto que ha remitido con motivo de la presentación del libro Morir en Paracuellos (Sepha), de Julián Delgado, cuyo padre fue fusilado en esta matanza en noviembre de 1936.
Grupos incontrolados
En el escrito, Carrillo, ha explicado que "entonces" siguió una línea de conducta de la República, que sólo condenó a algunos generales cabeza de la rebelión, mientras que Franco fusiló de forma implacable a todos los militares que se negaron a secundar la rebelión, entre ellos a quince generales y a un primo carnal suyo.
Franco fusiló de forma implacable a todos los militares
Ha explicado que la matanza de Paracuellos se produjo cuando un convoy de militares prisioneros que eran sacados fuera del territorio de jurisdicción de la junta de defensa fue "asaltado" por "grupos incontrolados que abundaban en los alrededores de Madrid".
El ex dirigente del PCE ha destacado la "generosidad" del autor de Morir en Paracuellos cuando le mostró su voluntad de "reconciliación" en los primeros días de la Transición, "sobreponiéndose a la injusta muerte de su padre".
Espíritu de reconciliación
Carrillo ha considerado este acto como "una contribución al mantenimiento del espíritu de reconciliación entre los españoles que culminó en la Transición".
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