El Tribunal Supremo de Rusia ha rehabilitado al último zar, Nicolás II, y a su familia como víctimas de las represiones políticas por parte de los bolcheviques, que los fusilaron en 1918.
De esta forma, la presidencia de la corte revisó el fallo por el previamente, en noviembre de 2007, había denegado la rehabilitación de la familia real por considerar que no existían fundamentos legales para reconocer como víctimas a los Romanov.
La nueva sentencia dispone la rehabilitación de Nicolás II, su esposa Alejandra y sus cinco hijos: las princesas Olga, Tatiana, María y Anastasia y el heredero de la corona, el zarevich Alexei. Todos ellos fueron ejecutados el 17 de julio de 1918 en un sótano de la casa Ipatiev, en la ciudad de Yekaterimburgo, y sus cuerpos fueron destruidos y enterrados en un bosque.
El veredicto fue acogido con satisfacción por la Casa Imperial rusa, encabezada por la Gran Duquesa María Romanova —residente en España—, que reclamaba la rehabilitación del zar desde 2005.
"Estoy muy contento; se ha hecho justicia y se ha puesto el punto final a este asunto", declaró a la agencia Interfax el abogado de la Casa Imperial, Guerman Lukianov.
También aplaudió la sentencia la Iglesia Ortodoxa rusa, que canonizó al zar en 2000 como "mártir del comunismo" y exigía que el Estado hiciera "justicia histórica" condenando el magnicidio cometido por los bolcheviques.
"Esta decisión tendrá importantes consecuencias para la Rusia moderna, pues refuerza la legalidad y restablece la continuidad histórica y las tradiciones milenarias del Estado", declaró el padre Gueorgui Riabij, secretario del departamento de relaciones eclesiásticas exteriores del Patriarcado de Moscú.
No hay comentarios:
Publicar un comentario