viernes, 10 de octubre de 2008

COMPONENTES DE LA ASOCIACION HISTORICO CULTURAL TORRIJOS 1831 ESTUVIERON PRESENTES EN LA CELEBRACION DEL MOTIN DE ARANJUEZ



Desde 1982 se celebra a primeros de septiembre el Motín de Aranjuez, fiesta declarada de Interés Turístico Nacional, que recupera con gran despliegue de medios los acontecimientos ocurridos en esa localidad entre el 17 y 19 de marzo de 1808, que supuso la caída de Godoy y la abdicación de Carlos IV a favor de su hijo Fernando VII.

Basándose en los Episodios Nacionales de don Benito Pérez Galdós, un total de doscientos vecinos de Aranjuez vestidos de la época y actuando en los mismos escenarios donde se desarrollaron los hechos (Patio de Armas del Palacio y Real, y antiguo palacio de Manuel Godoy), representan la confabulación, el motín y el apresamiento del llamado Príncipe de la Paz.

La recreación histórica alcanza su nivel más intenso en el asalto al palacio de Godoy.

Hoy día hay base más que suficiente como para saber que el levantamiento no fue “espontáneo” sino que lo dirigió la camarilla fernandina: conde de Montijo, ministro Caballero y los duques del Infantado y de San Carlos, con el propio príncipe moviendo los hilos al fondo.

En marzo de 1808, siguiendo la planificación de Godoy ante la amenaza napoleónica, la Corte había hecho un alto en Aranjuez en su viaje hacia Andalucía. Hasta allí llegó en conde de Montijo disfrazado de agitador popular, que ya tenía el plan convenido con servidores del Real Sitio y con gente venida y pagada desde pueblos vecinos, con el fin de que el levantamiento gozara de la cobertura “popular” y “espontánea”, para hacer caer a Godoy y entronizar al príncipe de Asturias.

A media noche entre los días 17 y 18 de marzo, se oyó un disparo, sonando a continuación un disparo de corneta, que señaló el encuentro entre dos patrullas de vigilancia, hostiles. Con ello se inicia el pronunciamiento político-militar del llamado Motín de Aranjuez. Mientras que Godoy en primeras instancias logra salvarse del linchamiento, el príncipe Fernando sale al balcón entre ovaciones, para “calmar” a los amotinados. En la tarde del día siguiente, Carlos IV cesa al desaparecido Godoy que, en la mañana del 19, sediento sale de su improvisado escondite y es aprisionado por un retén de la guardia. Esa misma tarde, Carlos IV abdicó a favor de su hijo, convertido en Fernando VII.

En su andadura cultural y con el fin de conocer de cerca los eventos históricos y las localidades que destacaron en la Guerra de la Independencia, los componentes de la Asociación Torrijos 1831 ya han conocido los actos y celebraciones relativas al 2 de Mayo de 1808 en Madrid y Móstoles; han participado en las recreaciones históricas de Cádiz (Constitución de 1812) y San Fernando (Cortes de 1810), y han hecho homenajes en el campo de batalla de Bailén, en el castillo de Santa Catalina de Jaén y en el Puente de Marmolejo, a las tropas que, marchando desde Málaga, participaron en la liberalización de aquella provincia en julio de 1808.

Ahora tocaba ver y sentir de cerca las emociones del Motín de Aranjuez, recreación de un hecho que incidió directamente en la historia de nuestro país.

Como cualquier otro pueblo que precie su historia, Aranjuez pone “toda la carne en el asador” sobre el principal hecho histórico que le ha distinguido, y que le ha aportado fama y popularidad: el Motín. Los arancetanos, al redoble de los tambores y a la luz de las antorchas, asaltan y toman el antiguo palacio de Godoy, confinando al Príncipe de la Paz hasta los calabozos municipales.

Han podido comprobar de primera mano como el Ayuntamiento de Aranjuez se vuelca al cien por cien por dar luz y brillantez al hecho histórico más trascendental ocurrido en el Real Sitio (y ya han ocurrido cosas allí), una visión y decisión cargada de acierto y muy digna de elogio que, con el paso de los años, ha permitido que Aranjuez tenga repletas sus calles de visitantes en estas últimas celebraciones.

Estuvieron con los actores populares del Motín y con los componentes de las recreaciones de los batallones españoles y franceses que vinieron de La Albuera (Badajoz).

No hay comentarios: