viernes, 27 de junio de 2008
FIRMA INVITADA:PERFIL BIOGRAFICO DEL DUQUE DE OSUNA
Pedro Tellez de Girón “El Grande” III Duque de Osuna, fue Virrey español en Sicilia primero y en Nápoles después oponiéndose al auge los piratas del Adriático y tratando de contrarrestar el auge de la República Veneciana y del Dux.
Organizó la conspiración de Venecia y para contrarrestar a ésta los venecianos extendieron el rumor de que pretendía coronarse “Rey de Italia” para provocar su enfrentamiento con la Corte de Felipe III.
Osuna mantenía un frecuente comercio con él grupo de influencia y poder de la Corte de Felipe III, es decir los famosos clanes organizados en torno al Duque de Lerma, D. Francisco de Sandoval y Rojas, Don Rodrigo de Calderón , Marques de Siete Iglesias y el confesor real Padre Aliaga, enfrente del grupo de privanza opositor encabezado por el hijo del Duque de Lerma, D. Cristóbal de Sandoval y Rojas, Duque de Uceda, opuesto a la privanza de su padre y por otros grupos de influyentes y notables como Baltasar de Zúñiga.
A este grupo se fue aproximando el Conde Duque de Olivares D. Gaspar de Guzmán, que desde las bodas hispano francesas de 1615 gozaba de una posición de proximidad con respecto al príncipe Felipe.
Osuna tuvo como secretario y protegido a Quevedo.
El período en el que Osuna ejercicio de Virrey en Nápoles esta dentro de la “llamada pax hispana” aceptada por el Duque de Lerma cuando trato de poner fin a la continua sangría de tantos conflictos encadenados y se había iniciado con la Tregua de los Doce Años (1609) intento de solución pactada y pacifica al conflicto de los Países Bajos. Con ello también se pretendía poder atender mejor al otro frente que suponía la presencia de los turcos otomomanos en el Mediterráneo.
La tregua de los doce años marca el período que desde 1580 con la unificación de las coronas de España y Portugal de máxima influencia política de los Habsburgos en Europa al lado de la estabilización del conflicto religioso en Francia introducido por la aceptación del catolicismo por el rey Francés Enrique de Navarra frente al intento de Felipe II de reclamar el trono de Francia para su hija Isabel Clara Eugenia y el marido de esta el Archiduque Alberto.
Osuna en su juventud y antes de participar en las Guerras de Flandes, donde según Gregorio Leti, recopilador de italiano de textos de finales del XVII.
Leti nos menciona los “cien actos heroicos del Duque de Osuna”.
Sabemos que en aquella época de un fuerte enfrentamiento entre el “brazo ideológico” que suponía la presencia de la inquisición utilizado como tribunal político para combatir cualquier tipo de disidencia ideológica y en cambio los intentos liberalizadores llevados a cabo por el clan de la Princesa de Eboli y de Antonio Pérez mas suaves en cuanto a la pretensión de pretender imponer el dogmatismo ideológico.
Sabemos que en todas estas cuestiones de enfoque de la ética de la moral y de la concepción política se formaron diversas corrientes en consonancia con los conflictos diplomáticos, políticos y económicos que azuzaban a la España en la que transcurrió la vida de D. Pedro Téllez de Girón.
Huérfano de madre, según distintas versiones de lo que fue su primera juventud tuvo una cierta simpatía a las actitudes mas liberalizadoras.
En su juventud Osuna y Quevedo recorrieron las posadas de Andalucía.
De las ocurrencias que les sucedieron nació la tragicómica y desgarradora novela del Buscón representante de un fuerte mundo del Barroco.
Aparte de estos viajes por Andalucía, también atravesó Francia en el momento del anterior mencionado conflicto de la Liga Católica y por fin se persono en los Países Bajos los cuáles tuvieron como reina gobernadora a la hija de Felipe II y al Archiduque Alberto.
Osuna participo en importantes hechos de armas de la Guerra de los Países Bajos, entre ellos el persistente sitio de Ostende (1604) citado también en la Novela El Buscón en el Capítulo en que un orate pretende “chupar” con esponjas el trozo de mar que estorba a la toma de Ostende. Sabemos que en la toma de Ostende participaron unos 70.000 efectivos por la parte católica.
También la muerte de la reina Virgen Isabel I indujo a un cambia de dinastía en Inglaterra por parte del hijo de Maria Estuardo consolidando la unificación de los tronos de Inglaterra y Escocia y marcando un punto de impass.
Digamos que la posición de Jacobo I Estuardo respecto al apoyo de los rebeldes de los Países Bajos fue mas suave que los frentes abiertos por Isabel I de Inglaterra respecto a Felipe II.
Al fin y al cabo hay que entender todos estos cambios en el debate y redefinición del Concepto de Europa y en el triunfo del espíritu reformador e individualista que supuso el triunfo del Mercantilismo y la religiosidad protestante.
En este contexto importante fue la participación de Osuna en toda la Guerra de los Países Bajos.
El propio Archiduque Alberto confesaba que no sabia exactamente que posición hacer tomar a Osuna pues se le consideraba un miembro de la Alta aristocracia andaluza.
Sabemos que Osuna permaneció en Flandes hasta que el Duque de Lerma pacto la consabida Tregua de los Doce Años intentando reponer las finanzas y detener la profunda y peligrosa agresión que los holandeses realizaban contra las colonias portuguesas.
La tregua evidentemente no supuso un reconocimiento de las Provincias Unidas a sabiendas que estas estaban incluidas dentro de toda la situación del Sacro Romano Imperio mientras que el Sur de Europa se reconocía como católico y triunfaba el arte y la representación real del Concilio de Trento.
El paso siguiente de Osuna fue aparecer en Italia reconocido como Virrey de Sicilia en 1610 fruto de la desmovilización de los Países Bajos y de una nueva vigilancia respecto a la situación del peligro otomano y un abandono del frente Norte y una alianza de la cristiandad frente al peligro turco.
Osuna por lo tanto desde Sicilia y posteriormente desde Nápoles organizó el corzo con su pecunio particular siendo una empresa muy rentable tratando de poner freno a los piratas en el Adriático y a la presión turca.
Su peculiar manera de proceder y sus continuos sobornos a los venales y corruptos del clan que en Madrid ejercía la privanza junto a la eliminación de posibles rivales llevada a cabo posteriormente por el Conde Duque de Olivares seria uno de los determinantes de su caída en desgracia.
Hay que entender que don Gaspar de Guzmán entendió siempre que tanto Osuna como Quevedo fueron personas no de su agrado. La inquina de Quevedo hacia el Conde Duque nace y estaba fundamentada en la enemistad entre Téllez de Girón y Gaspar de Guzmán.
No obstante el gobernante mas eficaz y que mejor se entendió con los principados y prepublicas italianas y con el gobernador de Milán fue Osuna y el momento en que la situación a los intereses de los Habsburgos en Italia fue el gobierno de Osuna en -sicigia y sobre todo en Nápoles.
Fruto de ello fue la alineación de Saboya con España y la neutralización de la República de Venecia.
Ese movimiento de intentar frenar un frente sur por el turco estuvo en consonancia con la última y debilitadora línea de imposición política como fue la decisión de la expulsión de los moriscos (1609, 1610, 1614) considerados enemigos de la fé católica y potenciales aliados de los turcos.
También en esta situación el Rey de España Felipe III recibió y estableció a través de las colonias portuguesas en Ormuz contactos con la monarquía persa de cara a establecer una alianza contra el poder turco en hábiles maniobras diplomáticas.
El final y muerte de Osuna se debió al proceso que D. Gaspar de Guzmán estableció a partir de 1621 contra todos los que habían ejercido una fuerte dosis de influencia y poder en la corte de Felipe III.
El hijo de Osuna Juan Téllez de Girón casado a su vez con la hija del Duque de Uceda, doña Isabel de Sandoval fue posteriormente nombrado Virrey en Catalunya.
Osuna falleció en la cárcel en 1625.
Ramón Sarle
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