lunes, 7 de abril de 2008
SE CUMPLEN 60 AÑOS DE LA FIRMA DEL "PLAN MARSHALL"
Ante una Europa en ruinas después de haber provocado la Segunda Guerra Mundial, el secretario de Estado de EEUU, George Marshall, ideó un plan de ayuda masiva para reflotar la economía del 'Viejo Continente'. Hoy se cumplen 60 años de la firma de esa iniciativa, que acabaría adoptando el nombre de su proponente y convirtiéndose en uno de los principales factores que permitieron la pronta reconstrucción material de Europa, además de todo un estímulo para la futuro proyecto de Unión Europea.
"Pocos presidentes han tenido la oportunidad de firmar una legislación de tanta importancia como la Ley de Asistencia Exterior de 1948", declaró solemnemente Harry S. Truman aquel 3 de abril de 1948. El recuerdo de aquel momento histórico adopta un significado especial en este aniversario, pues ya hace más de cinco años que los EEUU buscan una fórmula para la exitosa reconstrucción de Irak y Afganistán.
Sin embargo, a Marshall no le fue fácil en aquel momento convencer a la sociedad norteamericana de que hiciera un nuevo esfuerzo, esta vez económico, para ayudar a los europeos. Una parte del partido republicano, el ala más aislacionista, consideraba que el monto de la ayuda era excesivo. En total, en los cuatro años que duró el plan, EEUU desembolsó 13.500 millones de dólares, que actualmente equivaldrían a 100.000 millones de dólares, o 65.000 millones de euros.
De él se beneficiaron todos los países de la Europa Occidental excepto España, marginada por haber simpatizado con el régimen nazi, además de Grecia y Turquía. Los países del bloque soviético fueron también invitados a participar, pero la URSS se negó a aceptar la ayuda porque promovía "el imperialismo del dólar". Los países que recibieron mayores fondos, por este orden, fueron el Reino Unido, Francia, Italia y Alemania.
Marshall, que ganaría el premio Nobel de la Paz en 1953, justificó su plan tanto en base a razonamientos altruistas como estratégicos. Su propuesta, dijo en su discurso más célebre en Harvard, "no está orientada contra ninguna país, sino contra el hambre, la pobreza, la desesperación, y el caos".
El militar y político creía que con un estímulo exterior, la economía europea empezaría a funcionar, y Europa sería capaz de recuperar su prosperidad anterior a la guerra: "Es lógico que Europa haga todo lo que pueda para asistir el retorno a la salud normal de la economía mundial, sin la que no puede haber estabilidad política, ni paz".
El razonamiento de Marshall se basaba también en la idea de que si se establecía el libre comercio dentro de Europa, no sólo la economía europea crecería más rápido, sino que se cimentarían unas mejores relaciones entre los países europeos. De ahí que las condiciones para recibir las ayudas fueran la implementación de una serie de reformas destinada a facilitar el comercio intraeuropeo.
Actualmente, los historiadores debaten hasta qué cierto punto el Plan Marshall fue clave en la recuperación de la Europa de la postguerra. Sin embargo, pocos ponen en duda su papel a la hora de promover las relaciones de cooperación entre países que años antes habían participado en la guerra más cruenta de la Historia, y que cristalizaría unos años después con la creación de la Comunidad Económica Europea.
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