Un documento al que ha tenido acceso la pagina web El Confidencial Digital demuestra que las cifras que ofrece Cultura del recuento que se está realizando estos días en la Biblioteca Nacional no coinciden con el plan de trabajo que se ha distribuido entre los empleados.
La directora de la institución, Milagros del Corral, ordenó el primer inventario del material que alberga la Biblioteca Nacional (BNE) tras veinte años.
El Ministerio que dirige César Antonio Molina anunció que en este inventario se peinarían unos 500.000 documentos de las 25 millones de piezas que alberga la BNE.
La citada web ha podido tener acceso al plan de trabajo detallado que la dirección de la Biblioteca Nacional ha enviado a todos los empleados del centro para dar cuenta de esta revisión.
En este texto se especifica el calendario fijado para realizar este inventario, que comenzó el noviembre de 2007 y se prologará hasta el 29 de febrero de 2008.
El informe definitivo de los resultados se hará público en marzo.
En lo que respecta a la Sala Cervantes –el lugar donde tuvo lugar el robo de los manuscritos que acabó costándole el puesto a Rosa Regás- el impreso indica el objetivo de esta revisión “cumplir la orden de la directora general de revisar impresos y manuscrito consultados por los usuarios durante el último año, con el fin de constatar cualquier incidencia: desapariciones, mutilaciones, deterioros, etc.”
Es en esta sala Cervantes donde la revisión será más exhaustiva.
Se revisarán, continúa el documento, “696 incunables (555 de ellos están microfilmados, lo que supone la revisión de 102.351 fotogramas), 1.489 manuscritos y 1.160 impresos (raros) prestados en la sala Cervantes desde el 1 de agosto de 2006 al 31 de agosto de 2007”.
En los demás departamentos de la BNE –la hemeroteca está compuesta de doce depósitos- el inventario que se va a completar es el siguiente:
Patrimonio: todo el departamento.
Bellas Artes: 9.400 dibujos, 13.000 grabados y 30.000 atlas.
Música: 18.000 partituras encuadernadas y 30.000 DVDs.
Publicaciones seriadas: todo el departamento de revistas y 72.500 monografías de los siglos XVI al XIX.
Siete plantas de libros sin especificar el volumen.
Seis plantas de publicaciones periódicas.
Atendiendo a estos documentos, los propios profesionales de la Biblioteca Nacional aseguran que se trata de un “inventario parcial”, “un paripé” pensado mucho más para “lavar la imagen” de la directora del centro.
Añaden que estas cifras están “agrandadas” por parte de Cultura y responden exclusivamente a un acto de “propaganda”.
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