Tal como anunció la Asociación Torrijos 1831, sobre el homenaje que en Torrealquería se hizo a los componentes del colectivo que, en 1995, llevaron a cabo los trabajos de investigación en lo que fue el antiguo campo de batalla de Bailén; ese reconocimiento ha tenido ahora su segunda parte en el propio escenario de los acontecimientos y en el emblemático mes de julio del Bicentenario, entre los viejos olivos que hunden sus raíces en tan histórico lugar.
Esteban Alcántara, Moisés Delgado y Francisco P. Doña recibieron de manos del presidente de Torrijos 1831, Jesús Rivera, una metopa evocadora de aquellos trabajos de investigación recogidos en 1996 en el libro “Málaga frente a la Guerra de la Independencia: 1808-1812”, que por editarse con el apoyo de la Junta de Andalucía, tuvo una amplia divulgación en las bibliotecas públicas de nuestra Comunidad Autónoma, lo que sirvió para que muchos andaluces conocieran a través de las diversas fotografías, planos y dibujos que en el texto aparecían, el estado del antiguo campo de batalla de Bailén
Los homenajeados condujeron a sus compañeros de Asociación a diferentes puntos topográficos para explicarles los tiempos de la batalla de Bailén, visitando la Cruz Blanca, Cerrajón, Haza Walona, Zumácar Chico, Zumácar Grande y el Cerro de San Valentín.
Como el principal objetivo de la presencia de la Asociación Torrijos 1831 en Bailén, fue rendir un homenaje concreto y específico a las tropas que partieron de Málaga para combatir allí el 19 de julio de 1808; el colectivo estuvo en los lugares que defendieron aquellas unidades durante la lucha.
El espacio continuo ocupado por el 1º de Voluntarios de Granada y Málaga, y los dos batallones del Regimiento La Reina , al igual que la mayor parte de lo que fue la línea española, está ya ocupado por el caserío del pueblo de Bailén, pero se puede determinar en un tramo de la calle Cuesta del Molino. De hecho, “Málaga frente a la Guerra de la Independencia” lo señaló y mostró en foto.
Precisamente, en la calle Cuesta del Molino, el presidente del colectivo dijo a los componentes de Torrijos 1831: “Tras atacar los jinetes españoles del Farnesio a la infantería francesa, la caballería de Dupont arremetió contra ellos, lo que les obligó a replegarse hasta aquí, envueltos por los jinetes enemigos, impidiendo a las baterías españolas situadas en el centro y norte, disparar contra los franceses, que aprovecharon la ocasión para atacar a los sirvientes de las piezas. Fueron los soldados de los batallones de La Reina y los del Ceuta, los que con sus cerradas descargas salvaron la situación”.
En testimonio y homenaje a aquella acción, las mujeres de Torrijos 1831 depositaron con cariño un ramo de rosas blancas junto a la ermita de San Cristóbal (donde se encuentra enterrado el general francés Dupré que cayó mortalmente herido en su última carga), por ser el edificio más antiguo en las inmediaciones de la calle Cuesta del Molino.
Más tarde, la Asociación visitó en el sur la posición que defendió en la batalla el primer batallón del Regimiento de Infantería de Línea Suizo, Reding nº 3, lugar donde la recreación histórica “Suizos de Teodoro Reding” de la Asociación Torrijos 1831 presentó armas. Moisés Delgado, con el uniforme de capitán de granaderos, citó: “Desde este lugar, los suizos mandados por Nazario Reding, hermano del mariscal de campo, rechazaron junto a las Guardias Walonas y el Regimiento Jaén, el ataque realizado por el sur, por los imperiales”. La Asociación depositó un ramo de rosas rojas como sentido homenaje a la unidad suiza venida desde Málaga, en un espacio que ahora se encuentra salpicado de naves comerciales e industriales.
Finalmente, el colectivo se trasladó a la parte este de Bailén para recordar donde Reding situó a los Cazadores de Antequera, que se enfrentaron a las cinco de la tarde del día 19 de julio con la vanguardia de la división Vedel.
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