El ser humano ya procesaba y almacenaba leche antes del año 6500 antes de Cristo, según ha demostrado un equipo de investigadores de la Universidad de Bristol (Inglaterra) tras encontrar ácidos grasos y otros residuos orgánicos relacionados con la leche en vasijas de cerámica de esa época de Oriente Medio.
Los resultados se han publicado en la revista científica Nature, y amplían en unos 2.000 años la fecha en la que el hombre comenzó a obtener leche de vacas, ovejas y cabras, que hasta ahora estaba fijada en el quinto milenio a. de C. La investigación permite ahondar en el conocimiento de cómo evolucionaron los pueblos Neolíticos y avanzaron desde pueblos de cazadores recolectores hasta sociedades agrarias y ganaderas. El consumo de leche es algo normal en nuestros días, pero no lo era en el pasado ni en todas las culturas.
De hecho, los individuos asiáticos y africanos actuales muestran a menudo intolerancia para la digestión de la lactosa, un problema que no tienen las poblaciones europeas o de Oriente Medio. Y es en esta última zona geográfica, curiosamente, donde los investigadores ubican el descubrimiento de la leche.
Los científicos analizaron más de 2.200 vasijas de cerámica de yacimientos de Oriente Próximo y los Balcanes, en las que encontraron ácidos grasos y nata de origen lácteo. Según el artículo publicado en Nature, hace 7.000 años la producción de leche ya era muy importante en las áreas donde se había domesticado al ganado bovino, como en el noroeste de la península de Anatolia (Turquía). Sin embargo, en las regiones en las que abundaban más las cabras y las ovejas que las vacas, el consumo de leche no resultaba tan crucial para la comunidad.
Según el trabajo, la domesticación de reses, ovejas y cabras en granjas familiares empezó a ser común en el octavo milenio a.C., pero no hay evidencias del consumo frecuente de leche hasta 1.000 años después.
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